Consejos para cuidar tus dientes si llevas piercings orales

piercing

Un piercing oral —como los de la lengua, labio o frenillo— es una forma común de expresión personal, especialmente entre jóvenes. Aunque pueden parecer inofensivos, estos adornos corporales pueden tener consecuencias importantes para la salud bucodental si no se cuidan adecuadamente.

En Clínica COV Valencia, tratamos con frecuencia pacientes que llevan piercings bucales y necesitan asesoramiento o tratamiento por problemas asociados. Por eso, hemos preparado esta guía completa con recomendaciones y cuidados clave si tienes —o estás pensando en colocarte— un piercing oral.

¿Qué es un piercing oral?

Un piercing oral es cualquier perforación que se realice en la cavidad bucal o sus alrededores para insertar una joya. Los más comunes son:

  • Piercing en la lengua
  • Piercing en el labio (superior o inferior)
  • Piercing en el frenillo lingual o labial
  • Piercing en la mejilla (menos común)

Estas perforaciones suelen colocarse con fines estéticos, pero al estar en una zona tan delicada y en contacto constante con dientes, encías y mucosa oral, requieren un cuidado muy riguroso.

Riesgos dentales y orales asociados a los piercings

Antes de hablar de los cuidados, es importante conocer los posibles problemas que pueden provocar los piercings orales si no se tratan con responsabilidad:

1. Fracturas dentales

El contacto repetido del metal con los dientes puede provocar microfracturas o incluso roturas parciales o totales de dientes, especialmente en la zona de los incisivos inferiores.

2. Retracción de encías

El roce constante de la joya con las encías (sobre todo en piercings de labio o frenillo) puede causar recesión gingival, dejando parte de la raíz dental expuesta y aumentando el riesgo de sensibilidad o caries.

3. Infecciones

La boca contiene muchas bacterias. Una perforación crea una vía directa para que estos microorganismos penetren, lo que puede provocar infecciones locales e incluso afectar la salud general si no se trata a tiempo.

4. Interferencia con tratamientos dentales

Los piercings pueden interferir con tratamientos de ortodoncia, blanqueamientos o incluso la toma de radiografías. Además, pueden dificultar el cepillado y la higiene interdental.

5. Problemas en la masticación o el habla

Algunos piercings pueden alterar el habla temporalmente o dificultar la deglución y la masticación, sobre todo durante la fase inicial de cicatrización.

Consejos para cuidar tus dientes y encías si llevas un piercing oral

1. Acude a un profesional para la colocación

La colocación debe hacerse en un centro autorizado que cumpla con normas de esterilización y técnicas seguras. Evita hacerlo en sitios no regulados o por personas sin experiencia.

2. Mantén una higiene oral impecable

Limpia tus dientes después de cada comida, usando cepillo dental, hilo o cepillos interproximales, y un enjuague bucal sin alcohol. También debes limpiar cuidadosamente la joya del piercing, evitando la acumulación de placa.

3. Evita jugar con la joya

Morder, girar o mover la joya con la lengua o los dientes es una práctica muy común, pero puede causar daño estructural a los dientes y provocar úlceras o heridas en la mucosa oral.

4. Elige joyas de material adecuado

Usa preferiblemente joyas de bioplast o titanio quirúrgico, ya que son más compatibles con la mucosa y generan menos reacciones adversas. Evita metales baratos o aleaciones desconocidas.

5. Haz revisiones dentales periódicas

Visita a tu dentista cada 6 meses. En Clínica COV podemos detectar signos de recesión gingival, desgaste dental o acumulación de placa en zonas difíciles de ver. Esto es fundamental para prevenir complicaciones.

6. Evita alimentos duros o pegajosos

Durante las primeras semanas tras la colocación, es recomendable consumir una dieta blanda para evitar golpes accidentales. Incluso después, conviene evitar alimentos muy duros o pegajosos que puedan impactar el piercing o dificultar la higiene.

7. Retira la joya si hay inflamación o molestias persistentes

No ignores el dolor prolongado, sangrado recurrente o supuración. Son señales de que algo no va bien. Acude al dentista lo antes posible para evaluar la zona y evitar complicaciones.

¿Cuándo retirar el piercing?

Aunque muchos pacientes mantienen sus piercings sin problemas durante años, hay casos en los que es recomendable retirarlos:

  • Si se desarrolla una recesión gingival avanzada
  • Si causa desgaste o fractura en piezas dentales
  • Si se presentan infecciones repetidas
  • Si interfiere con un tratamiento odontológico necesario

En estos casos, el dentista puede recomendar la retirada temporal o definitiva del piercing para proteger la salud bucodental.

¿Puedo colocarme un piercing si llevo ortodoncia?

No es lo más recomendable. En tratamientos con brackets, la presencia de piercings puede complicar la higiene y aumentar el riesgo de lesiones internas. Si estás pensando en colocarte uno, es preferible esperar hasta que el tratamiento haya finalizado y el dentista lo apruebe.

En el caso de ortodoncia invisible, el riesgo es menor, pero sigue siendo importante una evaluación personalizada para evitar interferencias.

Tener un piercing oral no tiene por qué ser un riesgo si se cuida adecuadamente. La clave está en la higiene constante, el uso de materiales seguros y las revisiones periódicas con el dentista.

En Clínica COV Valencia, estamos preparados para ayudarte a mantener tu salud bucodental en perfectas condiciones, incluso si llevas uno o varios piercings orales. La prevención y el control profesional marcan la diferencia.

¿Tienes un piercing y dudas sobre su efecto en tus dientes?

En COV te ofrecemos revisiones completas y asesoramiento especializado para detectar cualquier señal de alerta.


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